El outsourcing lo podemos definir como el uso estratégico de recursos externos para la producción de un bien o servicio, que tradicionalmente se ha realizado con recursos propios. Por ejemplo, pensamos en una entidad bancaria, la misión principal de la cual es la de obtener beneficios con el dinero de sus clientes. Cuando esta entidad por ejemplo, ha de desarrollar un sistema software, tiene básicamente dos opciones:
Disponer de un grupo suficientemente grande de ingenieros del software, analistas, programadores, jefes de proyecto, etc. Que desarrollen el proyecto.
Contratar a una empresa externa a la entidad, la cual se encargará de desarrollar el proyecto para sus clientes, o ceder a la empresa contratante los recursos necesarios para que esta lo pueda desarrollar.
Cuando se produce esta segunda opción, decimos que la entidad bancaria está haciendo outsourcing. Esta elección, aporta ciertos beneficios para la empresa. A continuación citamos los más importantes: